Nuestros caballos

EN NUESTRA ESCUELA, EL BIENESTAR DE LOS CABALLOS ES UNA PRIORIDAD ABSOLUTA.

Cada uno de ellos recibe un cuidado diario y personalizado que abarca desde una alimentación equilibrada hasta una revisión constante de su salud y estado físico. Sus cuadras se mantienen limpias y ventiladas, sus mantas, cepillos y equipos se eligen con esmero.

Todo el espacio ha sido pensado para equilibrar el entrenamiento con el descanso, combinando áreas de trabajo técnico con zonas naturales donde los caballos pueden relajarse y disfrutar del aire libre.

MOMENTOS DE LIBERTAD:
BIENESTAR EN LA NATURALEZA

Entendemos que el bienestar de los caballos no se limita a su entrenamiento o cuidado físico, sino que también se refleja en su forma de alimentarse y en los momentos de contacto con la naturaleza. Por eso, además de recibir una alimentación equilibrada y controlada en las cuadras —basada en piensos de alta calidad, heno y suplementos adaptados a cada necesidad—, nuestros caballos disfrutan a diario de salir al aire libre para pastar y alimentarse de manera más natural.

Verlos comer entre los prados, con la brisa moviendo sus crines y el sol suavemente sobre sus lomos, es una de las imágenes más gratificantes del día. Estos momentos son más que simples pausas: son espacios de libertad donde se relajan, socializan entre ellos y expresan su comportamiento más instintivo. Al comer hierba fresca, los caballos se conectan con su entorno, se mantienen activos y reducen el estrés acumulado del trabajo en pista.

ATENCIÓN Y EJERCICIO:
EL CUIDADO DE NUESTROS CABALLOS

Cada uno recibe toda la atención que necesita para mantenerse en perfectas condiciones físicas y emocionales. Desde su alimentación y limpieza diaria hasta su descanso y entrenamiento, cada detalle está pensado para garantizar su bienestar y equilibrio.

Las cuadras están diseñadas para ofrecer confort y seguridad: amplias, bien ventiladas, con una temperatura adecuada y una cama siempre limpia y mullida. Cada caballo cuenta con su propio espacio, adaptado a su tamaño y temperamento, lo que les permite descansar en un entorno tranquilo y ordenado.

Los ejercicios se realizan en distintos espacios del centro, cada uno con un propósito específico. En las pistas al aire libre y en los picaderos cubiertos se trabajan las técnicas de doma y salto, mientras que en las zonas abiertas, los caballos disfrutan del movimiento libre, corren, galopan y fortalecen su musculatura en un entorno natural.

No solo buscamos formar grandes jinetes, sino también transmitir el valor del vínculo que se crea entre persona y caballo: una relación basada en la confianza, la comunicación silenciosa y el respeto mutuo.

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